Turritopsis nutricula es el nombre científico de un pequeño animal que esconde el secreto de la inmortalidad.
Se trata de una pequeña medusa de apenas medio centímetro de longitud, que a lo largo del proceso evolutivo ha desarrollado un mecanismo denominado transdiferenciación que le permite modificar sus células una vez que éstas se han diferenciado y las hace retroceder a fases anteriores a su especialización. Este fenómeno es el responsable de que la medusa no muera tras alcanzar su estado adulto, sino que sea capaz de regresar a su forma juvenil y repetir su ciclo vital.
Vía: ciencia101
No hay comentarios:
Publicar un comentario
tienen algo que decir